Rehabilitación para sede de la Fundación Universitaria de Las Palmas, Las Palmas de Gran Canaria

Ubicación
C. Juan de Quesada, 2
35001 Las Palmas de Gran Canaria

Año de terminación
2024
Superficie construida
1.388,00 m²

Arquitecta
Elsa Guerra Jiménez
Arquitecta
Noemí Tejera Mujica
Arquitecto estructuras
Aarón Medina Arias
Aparejador
Francisco J. González Herrera (Meco Arquitectos técnicos SLU)
Ingeniero industrial
Ángel Silva Borrego (Mas 24 Ingeniería y Control SL)
Fotografo
Nacho González Oramas
Promotor
Fundación Universitaria de Las Palmas
Constructor
Satocan SA

Memoria

La intervención para la nueva sede de la Fundación Universitaria de Las Palmas ha supuesto una experiencia singular: la recuperación de un inmueble de gran valor patrimonial, que se incorpora al tejido urbano como un nuevo ámbito para la formación y la cultura en el corazón de Vegueta, con vistas al Guiniguada.

La actuación para la nueva sede de la FULP, es de rehabilitación del edificio de Manuel Ponce de León, construido entre 1870 y 1874, incluido en catálogo de protección, abordada con un enfoque que respeta sus valores patrimoniales, al tiempo que introduce soluciones contemporáneas para adaptarlo a las necesidades actuales.

El edificio mantiene su fachada neoclásica original, completamente restaurada, con una composición variada de balcones y vanos que permiten integrar las vistas al Guiniguada en el interior. En su estructura interna, se conservan los muros de carga de mampostería, los forjados de madera y las arcadas que singularizan las plantas inferiores, a partir del criterio de máxima diafanidad. La reorganización funcional del proyecto ha optimizado la conectividad con el entorno urbano mediante un doble acceso lateral, mejorando la permeabilidad y permitiendo una interacción constante con el espacio público.

El programa del edificio se distribuye de manera eficiente, con las actividades culturales y de recepción ubicadas en la planta baja y sótano, donde se aprovecha la espacialidad de los arcos y la conexión con el exterior. Los niveles superiores albergan espacios administrativos y formativos, organizados de forma diáfana y flexible. Los servicios se agrupan en la crujía posterior, la cual se abre al espacio libre de manzana, favoreciendo la ventilación cruzada y el aprovechamiento de la luz natural.

El resultado final responde a una intervención que pone el énfasis en lo esencial pero no siempre visible: el refuerzo estructural y la actualización del complejo sistema de instalaciones.

La intervención ha reforzado la estructura del edificio, conservando los muros de carga y restaurando los forjados de madera con soluciones mixtas de madera y hormigón, además de sustituir algunos forjados deteriorados por losas de hormigón armado.

El conjunto de arcos se refuerza con solución de perfiles metálicos empotrados. En cuanto a los forjados de madera, se renuevan elementos deteriorados mediante nuevas piezas de madera resistente de alta durabilidad; asimismo, se refuerzan los forjados, mediante dos procedimientos: en el caso del forjado 2, cuya cota de suelo terminado no admite alteraciones, se utiliza el acople o adición de pletinas metálicas inferiores a las viguetas de madera; para el resto de forjados de madera se dispone una capa de compresión de hormigón armado conectada a la viguería de madera, en solución mixta Madera-Hormigón.

La incorporación de sistemas modernos de instalaciones ha sido otro aspecto clave, incluyendo climatización, electricidad, fontanería y energías renovables, así como una planta fotovoltaica en la cubierta. Su diseño ha respetado la estructura original del edificio, integrándose discretamente en forjados y zócalos técnicos. Los recorridos verticales de los diferentes sistemas se han centralizado en un patinillo lateral que recorre toda la edificación y permite un fácil registro y control. En cuanto a la iluminación, se ha diseñado una solución que resalta los elementos arquitectónicos del edificio, creando un ambiente acogedor y respetuoso con su estética histórica.

El uso de materiales como la madera de morera para la carpintería y los acabados en resina para los pavimentos y paramentos refuerzan la cohesión entre lo antiguo y lo nuevo, mientras que los lucernarios, con estructura de aluminio anodizado y doble acristalamiento, permiten una luz natural tamizada que subraya la textura de los muros y carpinterías originales. En las terrazas de la cubierta, la vegetación natural y las jardineras amplían la conexión visual con el paisaje urbano y el entorno natural, incorporando el edificio de manera armónica al paisaje de Vegueta.

En este marco, los matices cromáticos y la luz tamizada a través de los lucernarios establecen un sutil diálogo con la configuración original de muros y carpinterías. Lucernarios que marcan los dos vestíbulos, así como la escalera de acceso a la planta tercera.

Desde las terrazas de cubierta, el edificio se abre a una lectura expandida del paisaje urbano, estableciendo una conexión que trasciende el centro histórico y el cauce del Guiniguada, hasta incorporar el horizonte marítimo y el paisaje singular de los Riscos, integrando así su nueva condición en la morfología urbana de la ciudad. Terrazas que incorporan jardineras de gran porte con vegetación natural, al igual que se plantea al arranque de la escalera principal.

Esta propuesta de rehabilitación no solo pone en valor el edificio dentro del tejido histórico, sino que también lo dota de una flexibilidad espacial que permite su adaptación a usos diversos y a las dinámicas cambiantes de la comunidad. El proyecto apuesta por una arquitectura participativa y sostenible, donde la memoria del lugar se combina con estrategias de eficiencia energética y accesibilidad universal, consolidando así un espacio vital que responde a las necesidades actuales.

Ubicación: