Morro Colorao, Las Palmas de Gran Canaria

Ubicación
C. La Pelota, 16
35001 Las Palmas de Gran Canaria

Año de terminación
2024
Superficie construida
398,40 m²

Estudio
Arquitecta
Dara Carreras Díaz
Arquitecto
Alberto Castillo Nakoura
Aparejador
Carlos Reina Verge
Ingeniero
Solecan
Promotor
Grupo Ki Kong SL
Constructor
Rohe Ingenieros SL
Carpintería de madera
Viccocina
Revestimientos
Grespania
Fibra campanas
Grupo Pid
Mobiliario
Ondarreta y Sellex
Metalista
Marrero Monzón
Equipamiento industrial
Borondón

Memoria

La memoria del fuego

La propuesta parte de la rehabilitación integral de un edificio de tres plantas, situado en el corazón del histórico barrio de Vegueta, con el objetivo de implantar una actividad de restauración especializada en cocina al carbón. El programa funcional ocupa la totalidad del inmueble, distribuyéndose verticalmente y generando una experiencia gastronómica que trasciende lo culinario para convertirse en recorrido sensorial.

Desde el inicio, el proyecto se enfrentó a un reto técnico relevante: la disposición de dos puntos de elaboración en distintas plantas, lo cual exigió una solución precisa y eficaz para la evacuación de humos y la integración de los sistemas de extracción sin comprometer la calidad espacial ni la expresividad arquitectónica.

El hilo conductor del proyecto se articula en torno al fuego como generador de forma, materia y narrativa espacial. En planta baja, lugar de origen de la combustión, predominan materiales cálidos en gamas terracota, que evocan la brasa y el calor latente. A medida que se asciende, los acabados mutan hacia tonos grises de distinta intensidad, hasta alcanzar el negro profundo en la planta superior, donde el espacio culmina en un salón que representa el humo, la ceniza y la memoria del fuego tras su paso.

Uno de los gestos más expresivos del proyecto se manifiesta en el falso techo del comedor superior. En él, se desarrolla una superficie orgánica de planos irregulares, inspirada en la deformación que sufre el papel al arder: una metáfora visual de cómo el fuego transforma y esculpe la materia. Esta estrategia no solo aporta identidad formal, sino también una atmósfera envolvente y dinámica.

El núcleo central del edificio, resuelto con una doble altura que comunica visualmente todos los niveles, alberga otro elemento clave: un conjunto de chimeneas escultóricas de cinco metros de longitud, realizadas en fibra de vidrio. Estas piezas orgánicas cumplen una doble función: por un lado, albergan y disimulan los conductos técnicos de extracción de la cocina inferior; por otro, actúan como hito vertical que articula la circulación visual y enfatiza la conexión entre los niveles del restaurante.

Así, técnica y poética se entrelazan en una intervención que convierte el acto de cocinar al carbón en una experiencia espacial, donde arquitectura, materia y fuego dialogan en cada rincón.

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